viernes, 16 de diciembre de 2011

Y esa raiz de arbol robusto,
el genealogico que va poblando y luchando entre ellos,
el nuestro corre con sangre se aparta y vuelve, transita en este dolor que se transmite
cuando se aleja del sur se seca y se tranquiliza,
elemento pasivo de calor,
eso,
o preferir el riesgo hermoso
del pajaro cantante
la cabeza picoteada
y ese gato que se refugia
del amor y de las penas,
Somos mujeres que rompen sus pechos a mordiscos
la insolencia de que no querer ser de nadie
y a la vez amar tan profundo y tan estremecidas
el dolor eterno que brota como hojas y flores de primavera
o la muerte tranquila,
que sabe ese profeta!
nuestra higuera se quema por dentro y no hay quien al detenga,
tengo entonces que seguir un destino,
nunca seremos el que da sombra,
si no el que avisa tormenta
mientras mas cerca de la muerte
mas frutos dulces y refrescantes daran nuestras ramas
ellas abrazan el viento como su  propia extension
nuestras turbulencias.
No quiero quedarme sin ti,
pero menos enfrentarte
vieja y dulce amistad
y tu pelo de fuego que me rodea,
dejo en ti toda mi calma,
me he dispuesto a encontrarte,
desde hoy y siempre

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