viernes, 1 de junio de 2012

El partió dichoso y fugaz,
un camino de semi sol como una llave que canta
el mundo marino se despeja y le entrega un pez que palpita
la economia se derrumba y la vieja luna se sorprende
llora en una esquina fingiendo dolor.

El ensayo es preciso y el puñal se esconde a si mismo
junto a la mano y el brazo del ojo
toda esa mente que se equivoca.

Santiago y su ruta como desconocidos, no hay pueblo, camisa ni pecho
ni un cobarde escondido, el mismo abriendose la cabeza hacia atras
una liberacion incorrecta con juicio y valor

Las cucharas repartidas,
ella misma se demora/devora el hambre como un adjetivo infinito
se retuercen los bichos que la acompañan
la accion que crea su cara con rayados de puño
y plumones de pizarra, la mano borradora y la aguja que silencia,
Las niñas corren la vista, juegan que se mueren.

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