domingo, 30 de septiembre de 2012

Las cosas lanzan su luz natural y todo se envuelve en una capa 
donde siente uno con los ojos que quiere estar

El órgano que reconforta o mata busca su camino
pero esta acostumbrado a llorar
y dejar pedazos de sangre entre los arboles y una suave luz de la mañana

Si las hojas verdes se desplazan, encuentran pronto unas murallas de hielo,
tan dolorosas como para poder congelarse junto a ellas
las manos de un hombre absoluto rascan en ella
los dedos se colorean y mientras la piel se enfría, la sangre hierve queriendo salirse
la emoción que resulta se vuelve de colores perfectos y la lengua pinta
como si eso fuera la vida.

Yo puedo decir que hay más,
pero como un sol interno que debe quebrar todas las costillas para quemar 
esa muralla, 
debemos  incendiarnos los cuerpos
para dejar en llamas esta vieja casa de normas, mentiras y miedo .

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