miércoles, 4 de abril de 2012

no quiero el triunfo que el alma nos deja podrida
señalando con su nariz de pico azulfrio las faltas y los desmembramientos necesarios para poder sostener esta cabeza que se hincha de tanto alardear y mentir
todo lo que tiene amor se cae rojo y palpitando y se enciende
para luego rechazarse al verse tan solo y malentendido

El niño nos toca la flauta para ponernos como verduras frescas
sonreímos como zapallos de corte triangular
solo el vapor que nos sale se ama y se contenta
con el hechizo de los arboles,
cuidamos entonces a todo bichito que sale de nuestros repollos y pulpas de carne
llorando sobre el mantel de plástico nuestros jugos colorados y dulzones,
tambien nuestras vidas se ponen al lado de las velas de los muertos
 a tomar ese calor que el cemento de la calle nos ha ido chupando
el velo de las viudas nos esconden de los caminantes
y nosotros las peinamos pasando nuestros dedos grises desde la nuca hasta los hombros
terminando con un tin tin y a correr
La serpiente nos dibuja la fe para otro dia ,
otra vez haciéndose camino entre la arena.

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