martes, 20 de marzo de 2012

La separación
nadie quiere a los que nada quieren
todos quieren a quienes todo quieren y ponen manos en sus ojos suplicando el bienestar
solo si interpone entre si y su existencia una causa que dote
de sentido para vivir al otro que alejado los mira
entonces, lo quiere lo mima y se enternece
ser las muñecas y el desafío
las cabezas inertes se sumergen en el basurero se colocan sus joyas de pescado, se enjuagan los ojos con las entrañas y vuelven al camino como delirando, delirando sobre la soledad y exclamando distintas Ies que rebotan
se encierra rojo y ardiendo en su propia bóveda mientras pasan los días y su rencor crece,

un reconocimiento
y el momento se apacigua, un bebe de pecho, o un cuestionamiento a este funcionar
sinceridad próxima a maldecir y vaciar sangre por cualquier apertura.

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