voy poniendo en la corriente un monton de pensamientos,
que se van oscureciendo en los viejos torbellinos,
vamos a rescatarlos
y seguir este curso natural
tanto como estremecerse
con la palma floja,
la cabeza anhelante de una custodia
y yo aqui permitiendole todo,
enseñandole a caminar
sin apresurarse,
con la cara llena tocando el mundo,
el agua que todo permite,
de ésta forma o de la contraria
sin direccion
su curso natural que tiene temor
lo come y se nutre, rescata y transpira,
todo vuelve como el quien se desenvuelve
sin tortura, sin paso errado ni demarcación prominente
sólo los trazos a grafito,
suaves y de inicio
que se quedan ahi mirando todo
van a creer en mi.
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